domingo, 11 de febrero de 2007

hagamos historia

Hace unos años. este escriba participo de un curso acerca de la historia reciente de los argentinos. El conferenciante era un joven de unos 30 años que hizo consideraciones acerca del comportamiento de los civiles en el golpe del '76 que no fueron de mi agrado. Después de soportarlo un rato lo interrumpí bastante desencajado, y logre el apoyo de otro señor de mi edad que en tono grosero gritaba " Los que no lo vivieron que no hablen...habia que estar allí para entenderlo"

Se armo un desorden importante, y termine pidiendo disculpas por haber interrumpido la clase, que ya no pudo reanudarse. En realidad es una tentación en la que caemos todos la de creer que por haber vivido en un periodo de tiempo determinado tenemos algo así como un derecho de veto sobre los que estuvieron ausentes por cualquier razón. Ustedes no lo vivieron, es la frase descalificadora y final.

Pero seguramente hay que separar la historia de la memoria. La memoria es nuestra visión personal de un momento de la historia, condicionada por nuestra experiencia y nuestra capacidad de comprension de un momento de los fenómenos del país. Es como los que dicen que para conocer una ciudad hay que hablar con los taxistas...Con cuàl taxista..?? Hay taxistas capaces de comunicarnos cosas interesantes de su observaciòn urbana (como hay bancarios, jubilados o plomeros) y otros que repiten las mismas tonterías toda la vida, incapaces de procesar nada.

La memoria del pasado que vivimos, entonces, no es la historia. Es un testimonio que servirá para hacer la historia, en el mejor de los casos. Mis abuelos campesinos podían testimoniar para construir la historia de la crisis del 30, pero la versión final de esa historia la hará mejor un estudioso aunque haya nacido años después.

Pero uno - como testigo y participante - siempre se siente agredido por la visión del recién llegado. Cuesta entender el derecho del que vivía en España para hablar del periodo 76-83, duele reconocerle a los que eran bebes en los 70 el derecho para criticar nuestro comportamiento.

Sin embargo, solo el testimonio de nuestra memoria puede ser resguardado de intervenciones foráneas . La historia es un relato en el que podemos pedir ser escuchados, pero es una tarea de historiadores , no de testigos memoriosos.

El adivinador del pasado que escribe este blog cree que es necesario hablar honesta y seriamente de las experiencias políticas de los años 60 y 70 en Argentina. Pero encuentra continuamente sitios cerrados a la discusión por gente de su propia generación que no tolera que recién llegados al debate le cuestionen sus luchas de juventud.

Si a este lógico sentimiento de propiedad de la época , le sumamos los intereses personales que muchos tienen en no abrir los placares para que no les encuentren los cadáveres, vemos que la tarea es muy difícil.

Igual ya hablamos de las 3A, mencionamos la revista Lucha Armada, planteamos algunos temitas del periodo.

Según los coments este es un blog de Larazonbuscapleitos, Brassica Rapa y un servidor . Podemos dar algunos pasos, charlar sobre el pasado y matizar con una gota de luz la oscuridad del conjunto.

1 comentario:

larazonbuscapleitos dijo...

Adivinador, me atrevo a decir - si señor – que acabo de leer un manifiesto fundacional. Agredecidos muchos historiadores y otros cientistas sociales por el acierto metodológico que le has regalado y que nunca debieron “desmemoriar”. Anoten: memoria es lo que dijo el Adivinador; Historia es lo que dijo el Adivinador.
Beatriz Sarlo, entre algunos pocos, también ha recorrido sin éxito estos caminos, poca bola, muchos ciegos, tantos sordos. Creo que se tiene mucho miedo al pasado como inquisidor de nuestras apuestas, por cierto bastante chingadas. Tan sencillo... tan humano.
Emergencia de unos setenta esencialmente puros, a lo sumo una cuestión de grado. Como aquellas caricias en la cola de nuestra primera novia, siempre y como corresponde, en una noche fresca de verano.
Y por supuesto, el berreta oportunista de siempre, que como la mona, aunque se vista de seda....
De todos modos siempre hay gente sana: PO y barriadas aledañas nos han demostrado que los modales se conservan en forma proporcional a la lejanía del poder.
La seguimos luego.