(de goytisolo, porque me gusta)
De aquel trueno

De aquella terrible llamarada
que creció ante mis ojos
para siempre ha quedado,
confundido con el aire,
un polvo de odio, una
trístisima ceniza
que caía y caía
sobre la tierra, y sigue
cayendo en mi memoria
en mi pecho, en las hojas
del papel en que escribo.
1 comentario:
Mi adivinador preferido... te felicito!!, vas en camino de hacer un excelente blog que te identifica por completo.
Publicar un comentario