jueves, 17 de mayo de 2007

que divina la justicia


Imaginemos esto: Un señor que se dedica - por ejemplo - a la venta de pirulines en las plazas, comete un delito. La justicia decide otrogarle el beneficio de la probation y deja en suspenso la pena , pero lo abliga a ...vender pirulines en las plazas!

Mario Oscar Peralta Luna, sacerdote catòlico de 58 años, se hizo conocido por haber presionado a una docente para que renuncie por estar embarazada siendo soltera , y por haber grabado algunos CD.

Ahora vueve a ser noticia nuestro simpàtico curita por haber circulado con un Peugeot 306 a mas de 100 km/h y chocar de atras a un Renault 12 que iba a 60 km- velocidad maxima permitida - conducido por un señor que viajaba con su esposa. La señora muriò.

El tribunal oral IV de La Plata considero probado que el sacerdote manejaba a velocidad excesiva y antirreglamentaria y lo condenò a dos años de prisiòn y 5 años de inhabilitacion para conducir.

Pero le otorgò a Peralta el beneficiode la probation y lo condenò a dar misas una hora por semana durante dos años. Eso es todo.

Para que se entienda: El mediatico cura circula a excesiva velocidad y mata una persona. Durante 5 años no puede tener licencia de conducir y casi nada mas. No queda claro para que sirve que un cura de una hora semanal de misa.

Lo ùnico que queda claro es que para el tribunal que juzgò al sacerdote la vida de la señora no vale nada, nada en absoluto.

Este Mario Peralta Luna- que maneja tan ligerito y sin cuidado - es conocido como el cura cantor. Se me ocurren otros adjetivos, pero supongo que serà pecado decirlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante su planteo Adivinador, porque detrás de la investidura sacerdotal, hay hombres y como tales buenos y malos, con errores y con aciertos. Recordemos algunos casos: el cura Borggione o Von Wernik (corríjame, por favor, creo que no se escribe así).
En el caso particular de los accidentes de tránsito, la justicia parece no existir. Quien devuelve a la familia al ser querido atropellado, mutilado...
Recordemos, también fallos similares: la Srta. que hace unos años tuvo como pena ir a tender camas al Hospital Santa Lucía; el asesino que anda suelto de Kevin Sedano y el caso de Avenida del Libertador, en Vicente López de hace apenas unas semanas, cuyo conductor en unos pocos días, por algún artilugio judicial, rápidamente recupero su libertad.

Me parece que aquí también las autoridades que correspondan deberían revisar los códigos y procedimientos.

Calandria